
Ocurrió aquel día, que remoloneaba entre sabanas a la búsqueda de un sueñito más, cuando la voz de mi vecina me despabiló. En la esquina, justo en diagonal a mi casa, ella siempre llamaba a su hombre para reclamarle que la dejo sola y embarazada. Ella gritaba a los transeúntes, diferenciándolos solo por cuestiones de género.
A los hombres les pedía un cigarrillo y fuego, les respondía sus piropos, les negaba que sea una prostituta y se enojaba si le decían "mi amor". A las mujeres las solía llamar "Puta". Pero ese día fue diferente a los demás, ese día ella gritó:
-"Hace 11 años que vivo en Martelli y aquí no hay sexo. Nada de sexo.
¡Quiero Sexo! Una poronga así necesito yo"
A los hombres les pedía un cigarrillo y fuego, les respondía sus piropos, les negaba que sea una prostituta y se enojaba si le decían "mi amor". A las mujeres las solía llamar "Puta". Pero ese día fue diferente a los demás, ese día ella gritó:
-"Hace 11 años que vivo en Martelli y aquí no hay sexo. Nada de sexo.
¡Quiero Sexo! Una poronga así necesito yo"
2 comentarios:
decile que se venga para ituzaingó.. aca la van a atender muy bien.. jajaja
Epa, Epa! Después no te quejes si empieza a gritar tu nombre en la esquina de mi casa. jaja
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